Cuando se trata de destacar elementos y componentes en maquinaria para alimentos lo primero que debes pensar es en ser conciso, es decir, ir directo hacia las necesidades de cada cliente.
En este caso, al comercializar amasadoras industriales, es fácil perder de vista algunos detalles. Por ejemplo, ese equipo no sólo sirve para refinar, amasar o mezclar ingredientes, sino que al hacerlo de forma automatizada el operador puede ahorrar tiempo, evitar mermas en el proceso y mejorar la calidad de sus productos.
Las amasadoras de Rhino buscan cumplir con esos objetivos, a través de ciertos elementos imprescindibles y que otros equipos en el mercado no tienen o cuentan con ello, pero son complicados de operar.
👉 Dato: hay muchos tipos de amasadoras para pan en el mercado, existen de diferentes capacidades (desde 20 kg y hasta 50 kg o más); algunas brindan tecnología muy especializada (donde requieres de capacitación para aprovecharlas al máximo) y otras son prácticas y fáciles de usar.
Las de Rhino están justo en medio: cuentan con elementos para automatizar procesos, pero no necesitas una gran capacitación para poder aprovecharla al máximo, así que las puedes manipular rápidamente.
Ese sería el primer elemento a destacar de las amasadoras de Rhino: su practicidad. Pero si quieres conocer otros, a continuación te mostramos dos aspectos más, mismos que le ayudarán a negocios como panaderías, pastelerías, cafeterías y restaurantes a resolver problemas muy puntuales:
El tazón de la amasadora y el mezclador giran al mismo tiempo, lo que facilita que la mezcla sea mucho más uniforme y homogénea. Esa característica le ayuda a los panaderos a mejorar sus recetas (protegiendo mejor los ingredientes) y a la postre, creando panes y piezas con más calidad.
En términos de potencia, y dependiendo de la capacidad de la amasadora, cuentan con diferentes motores que garantizan el uso rudo y pesado del equipo, lo que ayuda a mejorar la productividad en el día a día.
Sin embargo, el uso continúo se magnífica al tener componentes como el temporizador (de hasta 60 minutos), el cual ayudará a los panaderos a programar mejor los tiempos de la mezcla y no perder minutos valiosos en el proceso, y con ello pasar rápidamente hacia la siguiente etapa de elaboración de panes o pasteles: la cocción o el horneado del producto.
Por supuesto, también existen otro elementos que facilitan el uso de la amasadora e incrementan su practicidad como:
Su varilla refinadora, perfecta para cuidar que la masa se maneje de manera uniforme.
Su reja protectores y paro de emergencia para evitar incidentes y proteger el equipo.
Además de que al adquirirla, el cliente obtiene una garantía de dos años ante cualquier defecto de fabricación, lo que también facilita que haya un continúo mantenimiento preventivo en determinados casos y por supuesto, la facilidad de sustituir piezas dañadas si se necesitan.
Si quieres conocer más de este equipo, te invitamos a darle play al siguiente video y ver como luce en la vida real:
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